Al igual que un día fue el día de las vías, hoy parece que toca el día de las sondas.
En esta planta puede haber muchos problemas con este tema.
Los pacientes que suben de quirófano vienen con la sonda vesical incorporada. Son pacientes que las operaciones a las que son sometidos les suelen restar mucha movilidad, si es que no se la anulan por completo; por lo que orinar por uno mismo está totalmente descartado.
Normalmente al día siguiente o a los dos días se les retira y estos pacientes quedan "pendientes de micción espontánea", es decir, controlados. Se controla porque en ocasiones tras retirarlas, las vejigas se van llenando pero no mea ni Pepito. Por lo que hay que volver a poner una sonda permanente o al menos una de vaciado que les alivie.
Escribo mientras me bebo un zumosol de piña en el descanso de hoy en la cafetería porque en lo que va de tarde ya hemos sondado en 3 ocasiones. Dos pacientes necesitaron una sonda de vaciado, y otro una permanente de nuevo. Mis primeras sondas vesicales. Qué emoción! Es algo que me da mucho respeto porque yo también lo he sufrido y es realmente molesto.
Bajo merendada a ver si alguien más necesita un tubito que le ayude a desahogarse.
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