Hay familiares de muchos tipos, los que te dejan hacer de todo porque estás de prácticas y tienes que aprender, y los que literalmente te piden "que no vuelvas a practicar con su madre", o más bien, se lo piden a tu enfermera asignada: "Mire ha hablado usted con el médico verdad? Sabe que mi madre está en estado crítico? Pues no vuelva a mandar a las de prácticas a pincharla." Y todo por haber fallado la primera y tener que probar a sacar la analítica en otra vena. ¿No entienden los familiares que de donde no hay venas no se pueden sacar? Y es que lo mejor de lo mejor es que una hora más tarde hubo que volver a sacar otra analítica a la misma mujer, esta vez por supuesto los de prácticas no asomamos ni la cabeza, lo hizo todo el enfermero, pero tuvo que pincharla dos o tres veces porque no era capaz de dar con la vena! Obviamente a él no le dicen nada, solo faltaba: "Señor enfermero, no vuelva usted a practicar con mi madre."
Y es que que gusto cuando te encuentras con este tipo de familias que te dicen: "Pincha mujer pincha! Que a mi no me duele nada y tienes que practicar!" O aun mejor, cuando tu enfermero asignado está decididísimo a pinchar él y el enfermo suelta: "Pero que me pinche la de prácticas! Que tu ya sabes!" Qué devoción tenemos en el hospital por este tipo de personas, dan ganas de achucharlos y soltarles un: "¡Por fin alguien que me deja aprender!"