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viernes, 4 de noviembre de 2016

El trato con el paciente

¡Qué agradable es encontrarse con un enfermero orgulloso de su profesión!

Ayer tuve la suerte de trabajar con Suso, un enfermero al que no veía desde la primera semana de prácticas. Esa semana estuvo con los pacientes de una de mis compañeras, pero esta vez le tocó atender a los míos. 

Suso es un enfermero de unos treinta y tantos años, rubio, de piel blanca y ojos azules, alto y delgado. Su carácter, amable y cariñoso, no sólo con nosotras, si no también con los pacientes nos tiene a todos encantados. En todo el tiempo que llevo de prácticas nunca había visto a alguien tan atento como él. Visita a todos los pacientes, incluso a los que no tienen medicación, se sienta a charlar con ellos y se presenta a los que no conoce "Ola, eu chámome Jesús, pero podes chamarme Suso, todo o que necesites non dudes en pedirmo, ti chamas e eu veño aquí nun periquete" le decía a una de las pacientes mientras le cogía la mano. Un amor. Así, normal que la gente lo pare por los pasillos, le dé dos besos y le pregunte qué tal a cada paso que da. 

Eso a nivel de los pacientes, pero es que Suso no sólo es buen enfermero si no que también es buen profesor. Todo lo que hace te explica cómo y por qué lo hace de esa manera, te corrige lo que haces mal o regular y te enseña una forma mejor o más práctica de hacer las cosas. Una maravilla. 

La parte triste de esta historia es que se va. Después de seis años en onco, se pasa a urgencias pediátricas porque también le encantan los niños, el chaval lo tiene todo. Así que seguramente ayer fue el último día en el que íbamos a coincidir con él y con su sonrisa permanente. Con gente así, tan feliz de hacer su trabajo te das cuenta de que merece la pena seguir en esta profesión. 

Hemocultivos

Los hemocultivos, según dice la teoría y tal como nos han explicado en el propio hospital, consisten en extraer sangre para cultivar. Se extraen cuatro botes en total, primero dos y media hora más tarde (y en otra vena diferente) los otros dos. Tras etiquetarlos se envían a laboratorio para detectar la posible presencia de microorganismos como bacterias u hongos en la sangre.

En la planta de digestivo se realizan hemocultivos cada dos por tres, y en la mayoría de las ocasiones se piden porque el paciente tiene fiebre o se ha salido de su pauta normal. Para los de prácticas esto es genial, porque no hay nada que nos guste más que pinchar; ya sea canalizar, analítica o hemocultivo. El caso es que pocas veces desde que llegué a planta se ha cumplido la teoría de las cosas, aquí se hace todo como se quiere, o más bien como se puede. Y es que si tienes que sacar 4 botes de hemocultivo a un paciente con Párkison, rígido, y al que parece que no le fluye la sangre por las venas, conseguir que sangre una es más que un reto, así que aprovechas y sacas los cuatro botes a la vez, y además, por supuesto, de la misma vena. Tampoco queremos poner al pobre hombre como un colador. 

Hablando de esto, también se da mucho el caso del médico que viene y dice: "Necesito una analítica del paciente X, y de paso, ya que lo pinchan, le colocan una vía", ¡Pero si no tiene medicación pautada por vía!, "No importa, así ya le queda, que ya nos conocemos sus venas". Así que al pobre paciente, y por culpa de sus inocentes venas, le toca analítica y cánula, así, por si acaso...

Éxodo en la planta

Cuando llegamos hoy a la planta de cirugía, no vimos ningún ingreso, normal un viernes, la sorpresa que nos llevamos fue que habían dado de alta a 9 pacientes. Algunos de ellos llevaban aquí desde antes que empezasen las prácticas. Una de ellos fue mi paciente favorita. Le habían hecho una colostomía y tenía una insuficiencia respiratoria.
El alta de tu paciente favorito es una situación extraña. Quieres que se mejore, pero no quieres que se vaya. Aunque cuidar de los pacientes es tu trabajo, es imposible no acabar empatizando con ellos, sobretodo cuando están ingresados durante tanto tiempo y son tan agradecidos y amables como esta paciente.
En fin, la falta de paciente hizo que la tarde fuese tranquila, y eso solo significa una cosa: poder salir antes.