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jueves, 17 de noviembre de 2016

Mi primer desastre intramuscular

Hace dos días pinché mi primera inyección intramuscular, qué sensación. La pobre de la señora en cuestión era una viejiña súper mona de unos 70 y pico años, más buena que el pan... y menos mal. 
Mi enfermera asignada, introduciéndome a la buena nueva, me preguntó si alguna vez había pinchado este tipo de inyección, y le dije que no bastante asustada "No se atreverá a mandarme a mi", pensé (erróneamente).  Así que me dijo: "Vale, pues vamos a practicar", y me metió en la despensa de la planta, con todos los pijamas, mantas, sábanas, etc, a practicar con una almohada. Cogió una aguja intramuscular y jeringa, y me empezó a explicar. Esta enfermera es un auténtico cielo, y se encarga de que entiendas todo a la perfección además de enseñarte los mejores trucos para que al paciente no le duela, y por lo tanto, no se te queje y no te mire mal cuando vayas a pincharle un segundo día. 
Me explicó que hay dos posiciones para colocar al paciente cuando vas a realizar este procedimiento, acostado boca abajo (demos por obvio que la pincha va a ser en una nalga, es el lugar más recurrido ya que siempre llegas al músculo, al contrario que en brazo, que hay señoras con mucha grasa) o bien de pie, que es la mejor opción ya que la persona tiene tres puntos de apoyo: los dos brazos y la pierna en la que no le van a pinchar, de esta forma conseguimos que el músculo de la nalga sobre la que pinchamos esté relajado. Posteriormente me explicó el caso de las famosas palmaditas, que todo el mundo hace mal y además, ridículamente: "A veeer ese culito *palmadita* *palmadita* *pinchazo*", no, error. No se trata de dar palmaditas porque sí en el lugar en que vayas a pinchar, porque los pacientes que están acostumbrados saben que después de las dos cachetadas viene el pinchazo, y ya se ponen tensos. Se trata de distraer al dolor para que el paciente no note la pincha, y esto se hace dando un golpe seco es una superficie distinta a la que vas a pinchar, esto es, un poco más arriba por ejemplo; de esta manera conseguimos que el dolor se concentre en ese sitio mientras pinchamos, y así el paciente no lo nota. 
El caso es que estuve practicando dicho movimiento de *golpe seco, pinchazo rápido" unos 5 minutos, y cuando llegó la hora me quedé fría. Fuimos a la habitación en cuestión, pedimos a la señora que se colocase de piel tal y como expliqué anteriormente, y procedí. Primero se purga la aguja y se retira de la jeringa, para que el movimiento de pinchar rápidamente sea más cómodo. Di el famoso golpe seco y me quedé quieta, "mierda, le acabo de dar el golpe y no clavé la aguja" (hay que reconocer que es una inyección que siendo la primera vez da un poco de impresión), y tras pensar esto clavé de repente, pero ya unos segundos después del golpe, o sea que no le sirvió para nada, eso sí, la señora ni se inmutó. Coloqué la jeringa, comprobé que no estaba en vena (súper importante en este tipo de inyección) e introduje el medicamento. La extracción de la aguja debe ser, igualmente, un movimiento rápido. 
Al salir de la habitación, comentando cómo lo había hecho con la enfermera, me dijo "Sí, tu en vez de evitarle el dolor le causaste dos: el golpe y el pinchazo. Pero no te preocupes, yo la primera vez que pinché una intramuscular fue a un cura, y se cagó en Dios, eso no lo superas". Después de escuchar
eso solo piensas: qué maravilla de pinchazo, qué bien lo hice...

Nadie mea aquí o qué?

Al igual que un día fue el día de las vías, hoy parece que toca el día de las sondas.
En esta planta puede haber muchos problemas con este tema.
Los pacientes que suben de quirófano vienen con la sonda vesical incorporada. Son pacientes que las operaciones a las que son sometidos les suelen restar mucha movilidad, si es que no se la anulan por completo; por lo que orinar por uno mismo está totalmente descartado.
Normalmente al día siguiente o a los dos días se les retira y estos pacientes quedan "pendientes de micción espontánea", es decir, controlados. Se controla porque en ocasiones tras retirarlas, las vejigas se van llenando pero no mea ni Pepito. Por lo que hay que volver a poner una sonda permanente o al menos una de vaciado que les alivie.
Escribo mientras me bebo un zumosol de piña en el descanso de hoy en la cafetería porque en lo que va de tarde ya hemos sondado en 3 ocasiones. Dos pacientes necesitaron una sonda de vaciado, y otro una permanente de nuevo. Mis primeras sondas vesicales.  Qué emoción! Es algo que me da mucho respeto porque yo también lo he sufrido y es realmente molesto.
Bajo merendada a ver si alguien más necesita un tubito que le ayude a desahogarse.