En una entrada anterior, expliqué como un paciente había mejorado muchísimo muy raidamente, y como las enfermeras decían que era el preludio a su muerte. Pues bien, tenían razón: cuando llegué esta mañana a planta, la habitación estaba vacía. Rezando porque la respuesta fuese" le han dado el alta", pregunté por el paciente. Respuesta: ha muerto esta noche.
También me explicaron que desde que lo habían conectado la bipap, las enfermeras de la UCI aconsejaron que se le sedase directamente, pues nunca iba a poder vivir sin el respirador. Ellas también tenían razón.
Lo más difícil de sobrellevar ha sido ver como el señor luchaba por mejorar. El era el que pedia que le desconectasen la máquina, para intentar respirar por si mismo. Como siempre, las enfermeras te dicen que son gajes del oficio y que te tienes que acostumbrar, aunque non creo que nunca llegue a ser algo fácil de asimilar.
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