La relación entre el personal sanitario es una de las cosas más gratificantes que me he encontrado en el hospital. Muy lejos de todo estereotipo, en la planta de digestivo (y hablo por esta porque no se si en el resto del hospital se da el mismo caso) todo el personal colabora y se lleva bien entre sí. Cada uno hace su trabajo sin despreciar el del otro y esto hace que la planta sea un lugar agradable y cómodo para trabajar.
Las enfermeras con las que trabajamos, en la inmensa mayoría de los casos, son un auténtico amor, sonríen y se llevan bien con toda la planta. Con auxiliares y celadores hay una relación muy cercana, y se trata a todo el mundo por igual. Con los médicos, aunque aquí ya hay mayores excepciones, la relación también es muy buena, llegan enseguida en cuanto se les llama, son amables con el paciente y amables con las enfermeras y resto del personal. He visto a pocos que se considerasen "superiores" y repartiesen su ego en su desfile por la planta, pero ojo, que también los hay (y son los que mejor se distinguen).
Me da la impresión de que todo el mundo está satisfecho con su trabajo, le gusta e intenta hacer de eso una ventaja para el resto del equipo sanitario. En pocos lugares he notado una conexión tan especial como la de este equipo, y es que el moverse por las personas es una meta que tiene que conllevar no solamente la ayuda al paciente, si no la ayuda entre todo el personal que trabaja para su mejora.
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