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jueves, 20 de octubre de 2016

sobreviviendo un día más

Hoy es el cuarto día consecutivo de mis prácticas de enfermería en la planta de cirugía del Hospital de Conxo. En dicha planta, aunque su nombre indique lo contrario, hay gente que ni ha sido operada ni lo será.
Tenemos, por ejemplo, una "encantadora" ancianita de la habitación con un eccema que le ha provocado heridas en los miembros inferiores. A esta dulce mujer, la cual insultó a enfermeras, médicos, celadores, auxiliares y compañeras de habitación, le he colocado mi primera vía.
Mientras luchaba contra el temor de que pasara a la violencia física si no conseguía encontrarle la vena, preparé la batea con el instrumental para colocar la vía: abbocath, alargador, compresor, gasas, alcohol, suero y jeringa y me adentré en la aventura. Resultado: la vía continúa perfectamente colocada desde el primer intento.
Después de este subidón, la tarde se relajó un poco con las ya habituales purgaciones, de paracetamoles, enantium y demás analgésicos, así como la toma de constantes, aburrida para paciente y enfermera por igual.  También la administración de medicación, con sus heparinas de bajo peso molecular, que provocan en el paciente siempre la misma reacción: ¿ CÓMO QUE UN PINCHAZO? seguido de la relajación al ver el tamaño de la aguja

Si por otra cosa se caracteriza la planta de cirugía, son los ingresos. La gente viene, se opera y se va, haciendo que el trabajo en el famosisímo Gacela sea continuo. También se deben hacer los planes de cuidados y las fichas de quirófano. Así pues, me pasé el resto de la tarde frente al ordenador, aburrido, sí, pero sentarse una hora siempre se agradece, más si después de esto te puedes ir ya a casa

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