Si existe algo más antiestético que los pijamas de enfermería que se atreva alguien y que me lo diga. El primer día que te lo entregan no cabes en ti de la emoción, cuando llegas a casa y te lo pruebas ésta se acaba para siempre aunque te ves monísima, porque es tu primer uniforme de enfermera y te sientes parte de algo importante; luego descubres que ese traje es el mismo que llevan los cocineros de tu residencia, las limpiadoras, los panaderos, los ópticos, los veterinarios e incluso la portera. Así que creo que es el uniforme comodín, eso si, en cualquier variedad y color.
Lo que aún no me quedó claro es qué medidas se utilizaron para diseñar esos pijamas, desde luego no las de una persona normal. No he encontrado aún el individuo al que le siente de maravilla el bueno del pijama, y eso que a mi me queda ridículo con ganas, pero he de decir que nunca he pensado "Que envidia, a esta le queda bien" , porque no ,no existe esa persona.
Dicho esto, daré un punto a favor de los pijamas, y es que la casaca sea lo suficientemente larga (y grande a pesar de ser la talla S) como para que no se te visen las bragas a rayas que llevas el lunes o las de florecitas del martes.
Gracias, señor modista, que has pensado en todo. La próxima si puede ser me abre un poquito más el cuello, que casi no me pasa la cabeza.
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