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martes, 1 de noviembre de 2016

Complexo Hospitalario UNIVERSITARIO de Santiago

Aprendamos el significado de las siglas antes de trabajar aquí.

Si algo debe de ser molesto, es que tu rutina diaria de ocho horas sea interrumpida por un ignorante estudiante que te hace mil preguntas y te sigue a todas partes. Si no te ves capacitado para aguantarlo, no trabajes en un hospital universitario.
Durante estas dos semanas he estado con enfermeras buenísimas en la docencia, con la mayor paciencia del mundo y con ganas de enseñar. Desgraciadamente, también me he topado con gente para la cual era invisible, o incluso peor, gente que vio un blanco fácil para descargar su ira.
Esta última, vamos a llamarla Gumersinda, no entendió que la U de CHUS es de universitario. Me trató toda la tarde como si yo tuviese que saber hacer todo y me gritó cada vez que me confundía. El momento culmen llegó cuando Gumersinda se fue, sin avisar, mientras yo estaba repartiendo la medicación, a hacer unas curas. Al rato salió a buscarme como un basilisco comenzó a vociferar en el pasillo " YO NO VOY A ANDAR DE TRAS DE TI, SI QUIERES APRENDER ALGO, TE VIENES" todo muy educado. Seguidamente, ya en la habitación del paciente, me dijo " haz unos fomentos" y yo me quedé como estaba, porque no sabía que tenía que hacer. No me mató cuando dije que no sabía porque había testigos delante.
En fin, esto es solo una anécdota, pero seguro que cualquier estudiante de prácticas, ya no solo de enfermería puede contar historias similares. Parece que a algunas personas en cuanto se gradúan se les borra la memoria, y se les olvida la ilusión de ponerte el pijama blanco y de que te dejen hacer cosas, aprender algo más que tomar constantes. Porque si hay algo que me choca de esto, es que Gumersinda también llegó al hospital sin tener idea de nada, temblando como un flan y esperando que alguien le guiase, y seguro que no le gustaría en aquel tiempo encontrarse con alguien como la Gumersinda de ahora.

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