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martes, 8 de noviembre de 2016

Gajes del oficio

Si me pincho otra vez, me retiro.

Si hay algo que nos han repetido veces en relación a las prácticas, es que tengamos cuidados con las agujas, pues pincharnos supone poder infectarnos. Bien, pues he tenido muchísimo cuidado y.... me he pinchado.
La primera vez, sí, ha habido más de una, fue con un bolígrafo de insulina DESPUÉS de pinchar al paciente. Me pinché con ganas, incluso doblé la aguja; la segunda vez fue con una aguja para perforar los tubos de la analítica, también después de pinchar al paciente.
Aunque según el protocolo tendríamos que ir a medicina preventiva inmediatamente después del pinchazo, la respuesta de mi enfermera fue " échale solución alcohólica", ya que no había entrado en contacto con la sangre del paciente.
Hoy, me corté abriendo una ampolla de furosemida. La enfermera(era la misma de las otras veces) me preguntó si tenía algún problema. La torpeza es una discapacidad como otra cualquiera.

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